· Disminuir la ansiedad y el estrés
El maracuyá disminuye los síntomas de ansiedad y estrés, ya que está compuesto por flavonoides, como el kaempferol y la quercetina, que actúan directamente en el sistema nervioso, calmando y promoviendo el relajamiento. Conozca otros alimentos que ayudan a mejorar la ansiedad y el estrés.
· Controlar y prevenir la diabetes
La pulpa y las hojas de maracuyá son ricas en antioxidantes, como vitamina C, betacarotenos, flavonoides y antocianinas, que favorecen la producción de insulina, ayudando en el control de los niveles de glucosa en sangre y en la prevención de la diabetes.
Además de esto, la cáscara de la fruta es rica en fibras como la pectina, que ayudan a que se absorba lentamente el azúcar ingerido de los alimentos en el organismo, equilibrando así los niveles de glucosa en sangre.
· Combatir el insomnio
Las hojas, flores y pulpa del maracuyá tienen propiedades sedativas leves del sistema nervioso central, ayudando a combatir el insomnio y promoviendo el sueño más tranquilo y relajante.
· Ayudar en la pérdida de peso
Como la cáscara del maracuyá es rica en fibras, especialmente en pectinas, ayuda a disminuir la velocidad de la digestión de los alimentos, aumentando la saciedad entre las comidas, favoreciendo en la pérdida de peso. Además de esto, el maracuyá tiene un efecto relajante que puede mejorar los problemas de compulsión alimentaria.
Sin embargo, para que el maracuyá ayude a perder peso, debe ser acompañado de una dieta saludable y equilibrada, acompañada de actividad física de manera regular.
Si desea conocer su peso ideal, coloque sus datos en la calculadora a continuación:
· Prevenir enfermedades cardiovasculares
Por contener altas cantidades de antioxidantes, como los flavonoides y antocianinas, el maracuyá beneficia la salud de las arterias e impide la formación de radicales libres, previniendo así enfermedades crónicas, como la aterosclerosis, infarto de miocardio y derrame cerebral.
Adicionalmente, la pulpa y la cáscara del maracuyá, también al ser ricas en fibras, promueven la reducción de absorción de grasas de los alimentos en el intestino, de los cuales puede mejorar niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre.
- Controlar la presión arterial
El maracuyá es bajo en sodio y rica en potasio y magnesio, minerales importantes que ayudan a aumentar la relajación de los vasos sanguíneos y a eliminar el exceso de sodio del organismo a través de la orina, promoviendo la reducción de la presión arterial, siendo un alimento beneficioso para las personas que tienen hipertensión arterial.
· Combatir el estreñimiento
El maracuyá puede combatir el estreñimiento, pues tiene óptimas cantidades de fibras que son importantes para facilitar la formación del bolo fecal y ayudar en la eliminación de las heces.
Además de esto, la pectina de la cáscara del maracuyá sirve de alimento para las bacterias benéficas de la flora intestinal, favoreciendo el buen funcionamiento del intestino.
· Prevenir la flacidez y el envejecimiento prematuro
El maracuyá es rico en antioxidantes, como la vitamina A y C, y antocianinas, que protegen las células de la piel contra los radicales libres, previniendo la flacidez y el envejecimiento precoz. Vea otros alimentos antioxidantes que previenen el envejecimiento.
Adicionalmente, la pulpa y la cáscara de este fruto, contiene óptimas cantidades de fibras que ayudan en el control de la glucemia, disminuyendo así la formación avanzada de los productos de glicación, llamados AGEs, que producen inflamación y flacidez en la piel.
· Aumentar la energía
El maracuyá es rico en carbohidratos, minerales y vitaminas, siendo una fruta que ayuda a mejorar la energía y disposición mental y física, reduciendo el cansancio general del día a día, siendo un alimento fácil de consumir en el desayuno, merienda o entre comidas.
· Evitar el desarrollo de cáncer
Al ser rico en antioxidantes, como la vitamina C, betacarotenos, flavonoides y antocianinas, el maracuyá tiene propiedades anticancerígenas, ya que ayuda a reducir la acumulación de radicales libres en el cuerpo que dañan las células, previniendo el desarrollo del cáncer.
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